sábado, 19 de noviembre de 2011

EL MÉTODO ANTÓN

La primera vez que supe de Cristina Antón fue al descubrir su blog mientras recopilaba información sobre qué funciones desempeña el gremio al que pertenece esta singular mujer y el porqué de la repentina y frecuente aparición en los medios de los portavoces del sindicato de controladores aéreos –USCA- desde febrero de 2010 en adelante.

No fue hasta diciembre de ese mismo año, justo una semana después del revuelo que se armó tras lo sucedido en los aeropuertos españoles durante el puente de la Constitución debido al cierre del espacio propiciado por AENA, que pude ponerle cara y voz gracias a una aparición suya en La Noria. El ejemplo de manipulación y tergiversación mediática que constituye esa entrevista, con un orden de preguntas perfectamente diseñado para que el presentador pudiera encajar las arengas populistas que serían aplaudidas a la orden del mismo regidor que reclamaría el abucheo para las respuestas, es digno de estudio.

La lectura de su blog me dibujaba a una persona apasionada por su trabajo, muy preocupada por las mermas de seguridad que la degeneración de las condiciones laborales del sector aéreo están causando; alguien con afán de superación y a quien, sin lugar a dudas, no le van las medias tintas ni los ambages.

He tenido la fortuna de poder confirmar lo que la intuición me apuntaba al asistir, esta misma semana, a una conferencia sobre la privatización de AENA organizada por Attac Catalunya en la que Cristina participaba como ponente junto a otros profesionales del sector aéreo. Que no hubiera prensa cubriendo la conferencia para después aportar a la sociedad un punto de vista crítico y alternativo contribuyendo, de ese modo, a la creación de criterio propio es algo que hace tiempo que ha dejado de sorprenderme aunque sigue decepcionándome profundamente. Aún así, en esta ocasión el desencanto se esfumó ante la oportunidad de ver cómo funciona el Método Antón in situ.

¿Qué es el Método Antón? Algo que, desde luego, no está al alcance de cualquiera. Para empezar diría que requiere un chorrito del verbo ágil y mordaz de quien no se anda con rodeos ni pone paños calientes a la cruda realidad. Se precisa también de una buena cantidad de ironía, que es el recurso de los inteligentes ante la estupidez, además de una gran dosis de sentido del humor aderezada con la actitud atenta del que sabe escuchar. Pero, sin lugar a dudas, el ingrediente principal lo constituye  el cuajo y la valentía de quien ha sido expedientada por verter la verdad de lo que está ocurriendo es sus posts o de quien tiene 5 juicios pendientes –la última sentencia a su favor le ha permitido regresar al Centro de Control de Palma de Mallorca tras un traslado forzoso a Pamplona- para luchar no por privilegios sino por derechos que se le presuponen a cualquier trabajador.

Esta controladora de ojos vivaces y manos expresivas, comprometida con su trabajo y con la sociedad, es capaz de hacerte pasar un buen rato mientras te explica que las barreras de seguridad en materia de seguridad aérea están adquiriendo la transparencia del papel de fumar por obra y gracia de un sistema en el que solo parecen importar los dividendos a repartir entre accionistas. Llegará un momento, no obstante, en que se preguntarán qué hacen riéndose de cosas que, en honor a la verdad, son cualquier cosa menos graciosas y ahí se darán cuenta que los certeros cañonazos que Cristina Antón lanza sin despeinarse van directos a la línea de flotación de los argumentos que no se sostienen.

La insistencia por enfatizar el continente que no el contenido, retrata el torpe fariseísmo cínico de quienes se rasgan las vestiduras ante las maneras de las que se sirve esta inteligente mujer, que no deja indiferente a nadie, para intentar despertar la conciencia de una sociedad sumida el letargo de la demagogia catódica que nos invade a diario. En eso consiste el Método Antón precisamente. Y es bastante complejo, se lo aseguro. Prueben sino a afilar la lengua sin perder la elegancia que confiere un cerebro bien amueblado. Hay que tener cierta grandeza para ello. 

Lo C. Gutiérrez

6 comentarios:

  1. Tema nuevo y sales airosa, es dificil salir de datos y realidades y escribir de sentimientos y lo has hecho y muy bién. Me gusta lo que has escrito - eso ya no te sorprende, ¿verdad? - y, sobre todo, suscribo todas tus apreciaciones sobre Cristina. Ya lo he manifestado en diferentes foros, hay muchas personas que han aportado su granito de arena en esta desigual lucha, pero hay dos a las que nunca le podremos agradecer bastante lo que han hecho por este colectivo, una se llama CRISTINA ANTÓN y el otro es JUAN CARLOS FONTECHA.
    Enhorabuena una vez más Lola.

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  2. Leo el blog de Cristina Antón desde hace mucho y estoy totalmente de acuerdo contigo: es inteligente, valiente y perseverante como nadie, espero que alguna vez tenga la recompensa que merece.

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  3. Conocí a Cristina en el centro de control de Barcelona. Si hay alguien a quien le pega la definición: "es todo un carácter", ésa es ella. Bien por haberle hecho este homenaje.

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  4. Dios, qué emoción, es la primera vez en mi vida que me dedican un post que no sea para insultarme, jajajaja.

    Llevo toda la tarde cosiendo un marco de fetish point para enmarcarlo, qué menos.

    Gracias guapa, a mí también me encantó conocerte :-)

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  5. Gracias a Cristina Antón he aprendido muchas cosas sobre control aereo, me reido, y he llorado por otras muchas cosas que desearia no haber sabido nunca. Es digno adalid de una profesión que nunca debió ser mancillada por incendiarios corrutos , Supervisores de los mundos de Yuppy y Galenos del infierno .

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  6. Un gran post. Llevo tiempo leyendo el blog de Cristina y aunque no la conozco personalmente lo que cuentas es exactamente la impresión que tengo de ella.
    He añadido este post a una recopilación que tengo sobre el tema.
    Lo puedes ver aquí: http://gumli.blogspot.com/2010/12/sobre-el-conflicto-de-los-controladores.html

    Un saludo!

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